Esta planta de hojas carnosas de color verde vivo, a veces con algunas manchas blancas, ha sido alabada por años debido a su múltiples beneficios que incluyen combatir el estreñimiento, los dolores corporales, tratar quemaduras, inflamaciones o lesiones de la piel e incluso, mejorar la apariencia del cabello. Pero eso es sólo el principio...
Una piel hermosa con Aloe Vera es posible gracias al conocido interior líquido y viscoso de sus hojas en las cuales se puede encontrar aloína, aloeemodina, isobarbalína, aloinósidos A y B entre otros increíbles compuestos.
Una combinación que diversos estudios han analizado, en especial uno publicado por la Academia Americana de Dermatología en el cual se le reconoce como excelente antiinflamatorio post quirúrgico, debido a su capacidad de acelerar la cicatrización de heridas y reducir la hinchazón.
En otras palabras, una bendición para el tratamiento de las pieles aún más sensibles y que claro, la medicina natural ya reconoce desde tiempos inmemorables.
Sus efectos curativos en la piel se deben a sus propiedades calmantes y suavizantes que muchos productos cosméticos ya explotan en la vía comercial. Desde el tratamiento básico humectante y nutritivo, hasta el cotizado anti arrugas que explota su poder astringente.
El Aloe Vera es capaz de tratar diferentes afecciones de la piel como erupciones, eczema, caspa, gingivitis (encías inflamadas), quemaduras, psoriasis, irritaciones, etc. Todo ello, debido a su incomparable poder antiséptico, bactericida y fungicida.
Mientras que en al ámbito de la belleza, su aplicación evita la pérdida de humedad de la piel, estimula la formación de colágeno y restaura/equilibra el pH de la piel.
A continuación, una excelente mascarilla natural de Aloe Vera:
- Pela una hoja de aloe vera,
- Coloca la pulpa y gel en un recipiente,
- Añade el zumo de un limón recién exprimido,
- Integra bien todo, con un tened o o mini procesador,
- Aplica sobre rostro cuello y escote,
- Deja actuar por 20 minutos,
- Retira con abundante agua fría.