Mientras mucha gente en el mundo aún no tiene buen acceso a los sistemas de salud, existe gran evidencia de que muchos otros reciben demasiada atención.
Las empresas farmacéuticas y demás del rubro tienen sus propios incentivos para desear que las personas se practiquen más que menos exámenes y si bien, los médicos suelen pretender lo mejor, también es cierto que existen incentivos financieros en el tema.
Un estudio desarrollado por el New England Jounal of Medicine encontró que el 94% de doctores tienen relación con alguna compañía farmacéutica o de servicios médicos y muchos de ellos otorgan beneficios económicos a quienes conducen más exámenes. Y por si fuera poco, el miedo a ser demandado por “mala praxis” también ayuda a que los doctores prefieran exagerar en busca de certeza absoluta.
Sin embargo, el problema no son solo los doctores, sino también los pacientes, quienes suelen creer que más es mejor. Existe una nueva tendencia a idolatrar las nuevas tecnologías y desde luego, a esperar se atendidos con lo último de ellas. A veces incluso, sin necesidad.
Entonces, ¿cómo saber cuándo es realmente necesario hacerse un examen? ¿Cuándo no? Pues, a pesar de que no existe una respuesta sencilla ante esa duda, nuestro mejor consejo es que realices estas 5 preguntas claves a tu médico antes de someterte a cualquier examen.
1. ¿Cuál cree que será mi diagnóstico?
Tu doctor siempre tendrá una idea de lo que se busca y el posible resultado, antes de realizar cualquier examen. Debes conocer lo que está pensando, de esa forma entenderás con mayor claridad por qué se están llevando a cabo los exámenes, además de adelantar un pronóstico.
2. ¿Qué evidencia existe de que este examen o tratamiento sea beneficioso?
Esta pregunta es especialmente importante frente a pruebas por imágenes para detectar presión alta, colesterol y cáncer. Debes preguntar a tu doctor sobre la existencia de estudios que muestren que el examen otorga una mejoría en la calidad de vida. Pues, si aún no hay evidencia de ello, la siguiente pregunta sería por qué cree él que necesitas dicho examen.
3. ¿Cuáles son los potenciales efectos secundarios?
Cada examen, incluso obtener una muestra de sangre, tiene efectos secundarios y debes conocerlos antes de consentir cualquier práctica. Sin saber sobre los efectos secundarios, no podrás realizar un buen balance entre pros y contras.
4. ¿Observar y esperar es una opción?
Son pocas las situaciones en las que debe realizar un examen con carácter de urgencia, la mayor parte del tiempo es posible esperar y ver si por ejemplo, aparecen otros síntomas o quien sabe, uno mejora.
5. ¿Qué otras opciones tengo?
Además de por vocación, los doctores viven de su carrera por ello, la misma escuela les enseña a “solucionar” los problemas de salud con tratamientos lo más eficaces y rápidos posibles. Son pocos los doctores que se pueden dar el tiempo de aconsejar a sus pacientes y guiarlos por otras opciones como cambiar la dieta, hacer ejercicio o acudir a la medicina natural. Todas muy buenas alternativas, pero que necesitan de constancia y mayor tiempo para ver resultados. Desde luego, sin los efectos secundarios que otros tratamientos artificiales ofrecen.
Ahí están, 5 buenas preguntas (no las únicas) cuyo mayor complemento es lograr un vínculo de confianza con tu especialista para que, llegado el momento de realizarte un examen o tratamiento, lo hagas con plena convicción.
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