La verdad, aunque algunas dietas para adelgazar (aquellas más promocionadas) resulten bastante buenas, no quiere decir que necesitamos de un libro o programa reconocido para lograr el éxito en la pérdida de peso y mucho menos, encontrar la dieta perfecta que se amolde a nuestras necesidades.
A continuación les dejamos los últimos pendientes para encontrar la dieta perfecta:
6. ¿La dieta aborda nuestros "malos hábitos"?
Una buena dieta para adelgazar es aquella que no nos hace sentir dentro de un plan riguroso, pues el solo hecho de empezar una dieta crea cierta obsesión con la comida, grandes antojos y pequeñas frustraciones que a fin de cuentas, pueden llevarnos a mentalmente "tirar la toalla".
Lo mejor será buscar un plan que nos ayude a reconocer aquellos "malos hábitos" que nos separan del peso saludable ideal y sobretodo, que nos de algunos consejos o ideas para romper con esas malas costumbres. (Sean comer sin control frente al televisor o tomar muchas bebidas gaseosas o comer mientras se cocina, etc.)
Desde luego, sea cual sea el régimen elegido, debemos pensar en progreso, no en perfección y por ende, buscar una mejora progresiva. Sería bastante irrealista pensar que lograremos un nuevo estilo de vida de la noche a la mañana y más aún, que lo mantendremos.
7. ¿Podemos conservar nuestras comidas favoritas?
Algunas dietas traen consigo una larga lista de alimentos "prohibidos" y poco lugar para las permisiones, cosa que por lo general sólo provoca mayor antojo y ansiedad. Por lo que, si no podemos vivir sin una copita de vino en nuestras comidas o un postre ocasional, necesitaremos encontrar algún plan que permita pequeñas porciones de estos favoritos. Un régimen saludable que incluya sustitutos a nuestros gustitos y una que otra "escapadita".
Desde luego, si estamos en el grupo de aquellos que no pueden detenerse luego de la primera copita o que no resisten con sólo una porción de postre, lo mejor será inclinarnos por un plan más rígido.
8. ¿Nos invita a cambios pequeños y graduales?
Algunos programas requieren de cambios significativos y otros promueven un concepto de "pequeños pasos" hacia más cambios graduales. El cambio es difícil y mientras más debamos cambiar, más difícil será. Así que, si no estamos realmente dispuestos a un giro total en nuestras vidas (seamos sinceros), lo mejor será buscar un plan con pequeños cambios en nuestros hábitos alimenticios y actividad física.
Recordemos, un plan sensible suele motivarnos a evaluar nuestros hábitos y trabajar en aquellos "poco saludables", para tras lograr el cambio, hacernos escoger algunos nuevos con los cuales podamos vivir a largo plazo.
9. ¿La dieta necesita de fórmulas de limpieza, desintoxicación o suplementos en pastillas?
Un plan saludable no necesita de mayor suplemento que aquellos vitamínicos o minerales de ingesta común. En otras palabras, ningún nutriente que no pueda ser obtenido a través de nuestros alimentos. Por lo que olvidemos cualquier régimen que necesite de bebidas, pastillas o porciones "especiales", que casualmente resulten caras y de venta exclusiva por determinado plan.
10. ¿Queremos un plan estructurado o uno más flexible?
Algunas personas trabajan mejor con dietas que enumeran alimentos o porciones específicas, pues los ayudan a mantenerse en la meta. Mientras otras prefieren mayor libertad para tomar decisiones propias y hacer de la variedad su fuerte. Mientras el régimen incluya cantidades de comidas sanas (frutas, vegetales, granos enteros, lácteos bajos en grasa, etc.) cualquiera puede funcionar.
Sólo hace falta asegurarnos que la dieta permita la suficiente cantidad de calorías como para no permitirnos pasar hambre en nuestro esfuerzo por perder peso, normalmente no menos de 1,200 calorías (mujeres) y 1,500 (hombres).
El camino es largo y necesita de perseverancia, así que... ¿Por qué no hacerlo algo divertido y novedoso?