Ahora que por fin nos dimos cuenta que tan lejos podemos llegar con pequeño pasos, es momento de ir más allá y concluir con estos increíbles 10 tips para mantenernos sanos.
La motivación llegará a un nuevo nivel cuando estemos en camino y queramos mantener el buen ritmo que nos guíe a la meta.
5. Encontrar una zona de aliento.-
A todos nos hace falta un poco de aliento de vez en cuando... Más aún, alguien en quien confiar nuestros progresos y nuestras "caídas", con el fin de manternernos en el buen camino. Sin importar si se trata de nuestra pareja, un amigo, un compañero de trabajo, etc. lo que sí, un apoyo que entienda por lo que estamos atravesando.
Empecemos con incluir a cinco personas en nuestra "zona de aliento", luego hablemos con ellas sobre la ayuda y motivación que quisiéramos recibir mientras vamos rumbo a nuestra meta (sea de peso o de salud). A partir de eso, podemos contactarnos con ellas cuando nos veamos flaquear y alejarnos de los hábitos saludables. Pero también, celebrar junto a ellos nuestros éxitos, con un café o cualquier cosa que aplauda nuestro triunfo.
6. Saber perdonarnos.-
Si tuvimos un tras pié durante las vacaciones y comimos o bebimos en exceso, además de dejar toda rutina de ejercicios; debemos también aprender a perdonarnos. Sobretodo, no tomar el momento como excusa para abandonar la batalla.
El permitirnos y disfrutar de una que otra indulgencia ocasional está bien. Lo malo, vendría si después nos dejamos vencer por la culpa, en vez de tomar la situación, como un nuevo inicio al que podemos aplicarle mayor disciplina y esfuerzo.
7. No quedarnos de hambre.-
Katherine Tallmadge, autora de Diet Simple (Dieta Simple), dice que la mayor causa de los excesos es el hambre. En sus palabras: "Las personas pasan mucho tiempo sin comer y luego se atiborran cuando no soportan el hambre".
Sabemos ya que las dietas muy estrictas no funcionan, así que lo mejor será tener un plan que incluya meriendas que nos mantengan lejos de las tentaciones. Además de también permitirnos uno que otro antojo a la semana, sin sentirnos culpables.
8. Recordar que los cambios toman tiempo.-
Es fácil ver a gente delgada y pensar en la suerte que tienen. Pero la verdad es que si una persona mayor de 30 (incluso de 20) es delgada, la gran probabilidad es que haya un trabajo duro y constante detrás de ello. Hace falta tomarlos como ejemplo, enterarnos más de su rutinas para mantenerse en forma. ¿Será mayor actividad física? ¿Algún régimen en particular?
Más no olvidemos que aunque todos comamos igual de saludable, aplicando la misma dieta y ejercicios (sea en alta o baja densidad), siempre habrán diferentes reacciones. Algunos serán más delgados que otros (aunque la mayoría en el punto medio), por sus distintos metabolismos.
En otras palabras, no estaría demás hacer un compromiso personal y cambiar nuestro estilo de vida, eso sí, permitiéndonos suficiente tiempo para alcanzar la meta. Además de aceptar el hecho de que nuestro cuerpo tendrá una tendencia predeterminada, aunque no sea "ultra delgada" y sentirnos bien con ello.
9. Comenzar a movernos más y hoy mismo.-
Empecemos a tomar decisiones saludables al volvernos físicamente más activos.Cambios pequeños como estacionar el coche un poco más lejos de la entrada, tomar las escaleras antes que el ascensor, dar una caminata con nuestro niños o nietos. ¿Hay mal tiempo? Pues no estaría mal un poco de ejercicio sobre el sitio, mientras vemos TV. ¡No hay excusas!
No olviden que mientras más nos ejercitemos y más activos nos volvamos, más calorías quemaremos. Está comprobado que al aumentar el tiempo de ejercicios, la elevación de nuestro metabolismo aún en tiempo de reposo, se prolonga.
Que esperamos... Hagamos un esfuerzo deliberado por movernos más y reposar menos, para aumentar nuestra actividad física y con ello, nuestra buena salud.
10. Disfrutemos el camino diario.-
En medio de nuestra nueva rutina de ejercicios y nuestras metas para bajar de peso, no olvidemos disfrutar el camino día con día.
La mayoría sabe que cuando los sueños sobre el futuro se mezclan demasiado con alcanzar cierto objetivo específico, sentimos que cualquier placer extra sale sobrando. Pero los problemas surgen, cuando este "objetivo" se convierte en nuestro único propósito y ensombrece el resto de nuestra vida diaria.
No podemos permitir que el optar por una vida saludable y activa (por muy importante que sea) nos haga olvidar lo demás. Siempre es bueno disfrutar el camino diario, saborear lo pequeños placeres de la vida, incluyendo uno que otro engreimiento que a fin de cuenta, nos hará más disciplinados.