La llegada de los fríos multiplica las infecciones del aparato respiratorio. Un médico de familia, una médico homeópata y un doctor naturista explican sus fórmulas para prevenir y luchar contra la dolencia más común del invierno: el resfriado.
¿Qué hacer frente a un resfriado?
Medicina Oficial
Cansancio, estrés, agotamiento, convalecencia son situaciones que hacen ser más propenso a los catarros. Vida sana, alimentación equilibrada, nos llevan a un mejor estado de salud y ello ayuda a sufrir menos catarros
No hay alimentos que hayan demostrado su eficacia para prevenir los catarros. Sí conviene evitar el estrés y la mala alimentación.
Evitar los cambios bruscos de temperatura. Tratar de no quedarse frío si uno está mojado y lavarse las manos con frecuencia ante un catarro. La trasmisión de virus es más difícil.
¿Cuándo hay que parar? A veces un par de días cuando los síntomas son tan intensos que impiden la realización de un trabajo normal. Depende de la persona y de la intensidad de los síntomas.
Los remedios caseros y naturales pueden funcionar en algunas personas y en determinadas circunstancias. La cebolla quita muy bien la tos. Hay remedios naturales que ayudan a eliminar determinados sintomas.
La miel puede resultar conveniente para los problemas de garganta. Lo que está claro es que no es peligroso tomarla, dice la medicina oficial.
Consejo de sentido común: saber siempre lo que se toma. No por provenir de una herboristería, un producto va a ser inocuo para la salud.
Homeopatía
En homeopatía hay que valorar al paciente de forma global. Se tienen en cuanta sus síntomas del momento, dentro de su historia clínica completa.
Los laboratorios homeopáticos ofrecen productos generales para prevenir y tratar la gripe y los resfriados. Pero, en general, a cada paciente, según sus síntomas y su historial, se le recetará su propio remedio.
La nutrición ayuda a combatir los procesos catarrales. Para la prevención y el proceso se recomienda la vitamina C. Son los cítricos -naranjas, limones, mandarinas, pomelos- y frutas como el kiwi.
Resulta importante beber mucha agua. Siempre que se empieza con un catarro, el agua ayuda a fluidificar las secreciones.
Cuando en el catarro aparecen muchos mocos o flemas, es conveniente evitar los lácteos, que producen más mucosidad y empeoran los procesos.
Los lácteos pueden sustituirse por derivados vegetales de soja, avena o arroz. Los postres de soja que pueden sustituir a los yogures.
‘Mens sana in corpore sano‘. El lema clásico sigue vigente. La mente incide en el cuerpo y el cuerpo en la mente. Cuando la persona se encuentra bien a nivel emocional y psicológico, el sistema inmunológico está más fuerte. Está menos predispuesto a coger catarros y gripes. Cuidarse a nivel global es siempre aconsejable.
Homeopatía
Se establecen unas indicaciones higiénicas de reposo, calor seco, dieta rica en verduras y frutas, añadir muchos líquidos, evitar el enfriamiento y no cortar las evacuaciones de vientre ayudan a que el cuerpo sobrepase la fase de crisis satisfactoriamente.
Hay productos naturales derivados de plantas que ayudan al cuerpo en su proceso.
No hay que interrumpir el proceso, sino hacerlo más eficaz, de manera que sea más corto y más resolutivo.
La clave es conseguir que la persona supere la enfermedad con éxito. Si dejas al cuerpo a su libre albedrío, conseguirá su objetivo si tiene recursos suficientes. Con un tipo de vida inadecuada, la enfermedad puede complicarse.
Hay plantas para tomar en infusión cuando se tiene catarro. La reina es el llantén. También el malvavisco, la malva y las yemas de pino. La menta no está aconsejada. Aumenta la sensación de que respiras mejor pero es ficticia. El mentol estimula las terminaciones nerviosas del frío, pero no mejora el cuadro.
En forma de vahos son muy útiles las esencias aromáticas. El romero, el espliego, el tomillo, el hisopo, la salvia y el eucalipto. Actúan frente a las bacterias pero también tienen un efecto antiviral.
Los lácteos desnatados no son problemáticos en momentos de catarro. Los lácteos con grasa, sí.
Los cítricos son muy aconsejables por su aporte de vitamina C.
¿Cómo prevenir los estados catarrales? Se ha hablado mucho de la vitamina C, pero ninguna medicina o vitamina ha demostrado su utilidad para evitar el contagio. Hay situaciones que facilitan el traspaso de virus, como los lugares cerrados, con acumulación de gente y mala ventilación, los cambios bruscos de temperatura o el contacto con alguien acatarrado que acaba de sonarse la nariz con un pañuelo».
No vivimos en una burbuja, así que los catarros atacan. En plena congestión podremos consolarnos pensando que, con unos mínimos cuidados, una persona sana no tendrá complicaciones. En pacientes con bronquitis crónicas, problemas de corazón, gente muy mayor o debilitada por otras circunstancias, pueden desencadenar problemas respiratorios más serios. ¿Qué ocurre con los niños? Son muy susceptibles de coger catarros, porque el contagio es fácil en los colegios, pero las complicaciones son raras.
El catarro es una infección producida por ciertos virus, igual que la gripe, que se origina por unos virus específico. ¿Cómo distinguir un resfriado de un proceso gripal? La gripe debuta casi siempre con fiebre elevada y una mayor postración. Sus síntomas son parecidos, pero más severos. La fiebre puede llegar a los 40º. Los dolores de cabeza y musculares y los síntomas respiratorios son más intensos. Con un catarro uno puede hacer una vida más o menos normal, aunque esté molesto, mientras que la gripe te hace guardar cama. Pero no hay análisis o radiografías que te ayuden a hacer un diagnóstico.
La vacuna de la gripe es muy eficaz contra este tipo de virus. Se tolera muy bien, tiene pocos efectos secundarios pero hay que recordar que previene de la gripe, no de los catarros. Los resultados son muy buenos. Cuando hay gripe, los menos afectados son los vacunados.
Dosis mínimas
La misma sustancia que a dosis altas produce síntomas, a dosis mínimas te cura. Este es el principio en que se sustenta la homeopatía, disciplina descubierta y desarrollada por el médico alemán Christian Friedrich Hahneman hace dos siglos. Podemos poner el ejemplo de la cebolla, allium cepa en latín. Cuando una persona viene con síntomas como el lagrimeo, picor de ojos y de nariz, producidos por alergia o por enfriamiento, con el allium cepa, la dilución homeopática de la cebolla, tratas los síntomas y el estado de salud del paciente mejora. Se le está dando, a dosis mínima, la misma sustancia, cebolla, que produce esos síntomas cuando la picas.
En homeopatía los tratamientos son individualizados. Debes realizar la historia clínica del paciente y valorar los síntomas físicos, su estado emocional y mental, su constitución y en base a todo ello elegir un remedio. En lo que respecta a los catarros y resfriados, además de los síntomas agudos del momento, hay que tener en cuenta la historia clínica individual del paciente.
Para combatir la gripe, una infección respiratoria con síntomas más severos, la homeopatía ofrece remedios preventivos durante los meses de incidencia y también tratamiento de síntomas para ayudar al cuerpo a mejorar. Con ellos pasas el proceso mejor que si no tomaras nada. Con la homeopatía se acorta el periodo de la enfermedad y los síntomas se aligeran.
‘Homeopatía’ es una palabra griega que proviene de los conceptos ’similar’ y ‘padecimiento’ y se contrapone a ‘alopatía’, que significa contra la enfermedad y define la forma en que cura la medicina tradicional. ¿Ofrece esta última remedios para los procesos catarrales? Los productos alopáticos siempre tienen más efectos secundarios que los de la homeopatía, porque se basan en dosis de sustancias químicas más altas, que deben pasar por el filtro del hígado o del riñón. Dicen que la medicina homeopática es más lenta, pero eso depende. En casos agudos como los catarros o un proceso gripal, es igual de rápida.
¿Cuáles son las limitaciones de la homeopatía? Es una medicina general e individualizada. En principio podrías intentar tratar a cualquier persona. Hay enfermedades crónicas como la artritis o el lupus, enfermedades autoinmunes, que con homeopatía se pueden tratar con menos efectos secundarios o, al menos, ayudar a disminuir las dosis de medicina alopática.
Unas medicinas han de aprender de otras. Ante una infección séptica o una meningitis global, antes de un tratamiento de homeopatía daré al paciente un antibiótico. Pero cuantas más técnicas domine, mejor. Tiene en cuenta lo físico y lo mental, y trata a la persona globalmente. Hemos hecho demasiadas divisiones. Si tienes un problema en el ojo y otro en el estómago, vas a dos especialistas diferentes. ¿Y si esos problemas están relacionados?
Reacción del cuerpo
Los resfriados son procesos reactivos del cuerpo. Un cuerpo reacciona ante la agresión de un germen: un virus o una bacteria. Los resfriados son inevitables. Si lleváramos una vida de calidad, es decir, sosegada, ordenada, equilibrada, con suficiente descanso y ejercicio, buenos alimentos, dieta equilibrada y un estado emocional satisfactorio, la cantidad de crisis que tendríamos que pasar sería menor. Pero no es así y, en cuanto cualquier agente exterior, como por ejemplo el frío, que activa los gérmenes, nos pone a prueba, al tener menos capacidad de defensa, surgen las crisis.
En toda enfermedad aguda, y un enfriamiento lo es, hay una fase de incubación, una fase de crisis y una de resolución. Esta última te lleva a la restauración de tu estado de salud óptimo o adecuado. ¿Qué ocurre cuando llega el enfriamiento? Lo correcto sería respetar estas fases para que el cuerpo supere la prueba y restituya la salud.
Para las infecciones respiratorias virales, la fitoterapia puede aportar al cuerpo un poco de ayuda complementaria. Hay plantas y esencias naturales que tienen un efecto antiviral cuando se usan en forma de vahos, que son muy socorridos. Para las infecciones bacterianas, si no ceden en un par de días, puede ser necesario el antibiótico. La persona debe de tener el sentido común de combinar los recursos de todas las medicinas de modo conveniente para sí mismo. Los antibióticos han de ser recetados por el médico y deben tomarse a las dosis adecuadas y siempre bajo la pauta y la duración que indican los profesionalos.
La medicina natural ofrece ayudas, pero el que se cura es el propio cuerpo. Ocurre incluso en cirugía, porque la cicatriz tiene que volverse a cerrar. Es el cuerpo el que finiquita la situación.
En cuanto al consumo de lácteos en momentos de catarro, pueden tomarse en su versión desnatada. Los lácteos desnatados son diferentes bioquímicamente a los lácteos completos. Los desnatados ofrecen la mejor forma de aprovechamiento para el ser humano en la edad adulta. A partir de los tres años los lácteos deben ser siempre desnatados porque ya no somos lactantes.
Evitar el enfriamiento y el cansancio son cuestiones muy importantes cuando hay una infección respiratoria. Las personas cansadas dicen que se sienten destempladas, porque la regulación térmica falla en esos momentos.
Renovación celular
La medicina natural ayuda a los mecanismos naturales de defensa, también en el caso de la gripe. Una gripe bien curada te deja en mejor situación que antes de tenerla. Es una auténtica eliminación de células envejecidas y deterioradas. Se van por todas las vías de eliminación: sudoración y actividad del aparato respiratorio, digestivo y urinario. Cuando un virus gripal ataca, va matando un porcentaje de células, las que están más debilitadas. Si el cuerpo supera la prueba, viene la convalecencia. En ella se produce una reparación de células, por eso es una regeneración.
Toda infección aguda -sobre todo si es de origen viral-, cuando se cura bien, tiene un efecto regenerador. Pero si se aborta el proceso, por ejemplo con medicaciones inadecuadas, el virus queda latente. Y la situación de infección viral latente subclínica es mucho más peligrosa, porque puede conducir a enfermedades crónicas.
Una crisis bien resuelta es una oportunidad. Ocurre también a nivel mental o psicológico. Un problema que puedes enfrentar, solucionar y sacar de él conclusiones y frutos, te deja más maduro y fuerte que antes. Si no lo superas, quedas dañado.
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