Salud, Dietas y Belleza

La primera parte de estos 8 Tips para garnarle la batalla a las comidas, estuvieron muy buenos. ¿Verdad?

Pues con los cuatro restantes, empezarán a sentir que sí se puede encontrar formas fáciles de ayudarnos a perder peso. ¡Verán que sí!

5. Esperar lo inesperado.- Tendemos ha excedernos más con aquellos alimentos tentadores, cuando se nos cruzan de modo inesperado. Pues las confrontaciones sorpresa se dan más en estos días y resulta de gran ayuda el estar preparados. Por ejemplo ir de tiendas y que de pronto nos ofrezcan una muestra gratis de galletas, la forma más fácil de salir del apuro, es decir: "No gracias, acabo de comer".
6. Encontrar modos saludables para manejar nuestras emociones.- Pues el confiar en la comida como escape a la ansiedad y otras emociones no saludables funciona de modo temporal, más luego de que el tiempo de comer pasó, el estrés aún queda (acompañado por una terrible sensación de culpa). Así que lo mejor es encontrar formas de sortear estas emociones negativas con un camino distinto a los alimentos. Probemos con respiración profunda, meditación y quien sabe, incluso llamar a un amigo o salir a dar pequeñas caminatas.
7. Esconder las comidas tentadoras.- Se observó que cuando se le daba a un grupo de trabajadores, un recipiente transparente de caramelos para colocar en su escritorio, estos mismo se servían de ellos un 71% más que otro grupo al cual se le dió un recipiente opaco, que no permitía ver el contenido. Se hace obvio, todos somos más propensos a la dieta de "la comida visible", así que lo mejor es mantener aquellos alimentos que no deseamos comer, fuera de nuestra vista. Sobretodo si se vive en familia y no toda está en régimen, un consejo: Mantener los snacks bien guardados en la alacena y las frutas frescas, al alcance de la mano (sobre la mesa, de ser necesario). ¡Notarán la diferencia!
8. Hacer del exceso una molestia.- La mayor cantidad de obstáculos que nos hagan llegar a los alimentos (como el tener que abrir un paquete o descongelar algo), nos dará mayor oportunidad de preguntarnos: ¿Estoy realmente hambriento? Y desde luego, empecemos a guardar todo en porciones más pequeñas: Reempaquetar una bolsa grande de galletas en algunas de porciones individuales y lo mismo con los sobrantes de comida. No guardar un molde casi completo de lasagna, sino mejor en porciones individuales. Dará más trabajo, pero está probado que cuando a las personas se les ofrecen mayores porciones, tienden a comer más.