Hace unos días comentábamos sobre las propiedades del Aloe Vera, sobretodo en el campo de la salud y prometimos desarrollar más este interesante tema. Señalamos también el beneficioso uso del Aloe, tanto en el área dermatológica como en el campo de la belleza, pero no podríamos olvidar el gran éxito obtenido mediante su uso interno.
Muchos estudios han probado que el Aloe Vera combate las llagas y ulceraciones bucales, afecciones de las cuerdas vocales, afonías y ronqueras, hernia de hiato, faringitis, úlceras, estreñimiento, colitis, hemorroides, reglas dolorosas, desarreglos menstruales, fatiga, falta de apetito, gases y digestiones pesadas.
Sólo vasta mencionar que actualmente se describen más de 200 sustancias capaces mejorar el funcionamiento de nuestro organismo y todas contenidas en el Aloe Vera. Entre las más destacadas, las siguientes:
- El elevado porcentaje de agua en el interior del Aloe, (95 % compuesta de agua y sólo el 5 % de otros componentes sólidos) fundamental para explicar su sorprendente poder terapéutico, pues el agua es el vehículo idóneo en el que se disuelven el resto de las sustancias biológicamente activas.
- El aloe aporta diecinueve de los veintidós aminoácidos que necesita nuestro organismo para formar las proteínas, siete de los cuales son esenciales y no podemos sintetizarlos por nosotros mismos, por lo que debemos recurrir a aportes externos.
- Es un potente regenerador celular, por lo cual es empleado en la curación de heridas y quemaduras. Estimula la inmunidad local y posee propiedades analgésicas. Sus poderes antinflamatorios la hacen especialmente útil en la psoriasis, dermatitis seborreica y artritis.
- Además sus propiedades antibacterianas, la hacen especialmente práctica para combatir el acné facial. Sus efectos antivirales, a través de la aloemodina, se han probado en casos de herpes zoster y herpes simple con buenos resultados, igualmente en las aftas bucales. Es eficiente para combatir infecciones por hongos, lo cual la hace particularmente práctica para cuidar los pies de los diabéticos.
- Sus propiedades como antiácido han sido probadas en la esofagitis por reflujo y la hernia del hiato gastroesofágico.
- La aloína, compuesto de propiedades laxantes y abortivas, no se autoriza en productos alimentarios y la norma europea no permite concentraciones mayores al 0,1 %.
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