Hay que ser sinceros, quien no se ha excedido en ésta temporada, terminando varios kilitos extra? Pues es hora de concer el gran secreto de muchos planes de adelgazamiento, nada menos que el uso de las sopas para bajar de peso.
Y es que consumirlas antes de cada comida, ayuda a controlar la sensación de apetito, al producir un buen estado de saciedad, en especial cuando se ingieren tibias.
Tal vez por ello, la dietas más exitosas del momento (según un reciente estudio en Estados Unidos) incluyen las sopas como entrada.
De allí la extensa referencia a las "sopas reductoras" o la conocidísima Dieta Quema Grasa que recurre a una variación de la famosa Sopa de Col, que si mal no recuerdan, se prepara a base de cebollas, tomates, pimientos, apio y col. Resultando un caldo de efecto saciante, que puede tomarse sin restricción alguna.
Además de la nueva versión de ésta sopa, que se viene utilizando mucho en la llamada Dieta de las Calorías Negativas. Un caldo que se prepara con cebollas, habas o judías verdes, espinaca, zanahorias, tomates, repollo, apio, ajo, pimiento, brócoli, arroz integral, un saborizador de cebolla y especias al gusto.
Y qué decir la Dieta de la Sopa de Pollo, que recurre a un plan muy sencillo en el que sólo hace falta desayunar uno de los menús indicados y luego consumir durante el resto del día, la cantidad de sopa deseada. ¡La cual es bastante rica!
Así que ya lo saben, fuera de la variedad de recetas de sopas adelgazantes, un buen caldo bajo en grasas puede ser la solución perfecta para deshacernos del sobrepeso. ¡Hay que hacer la prueba!
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