Como olvidar a la generosa Papaya, una fruta de pulpa compacta, dulce y perfumada que fuera de refrescar, alivia muchos problemas digestivos.
Para aquellos que no la conozcan (cosa que dudo) se trata de un fruto de forma oval o periforme con un peso que puede variar entre los 400 gramos (la más comercializada) hasta los 7 kilogramos en algunas especies. De piel color verde oscuro que se torna amarillenta al madurar y un interior con textura similar a la del melón, pero de color amarillo hacia anaranjado.
La papaya es una fruta jugosa por excelencia, con un contenido en agua que puede alcanzar hasta el 90% de su composición y que además resulta muy fácil de añadir a nuestra dieta.
No hay que olvidar que la papaya contiene "papaina", una enzima que es capaz de controlar las reacciones químicas que se producen en nuestro organismo, sin ser consumidas en el proceso. En otras palabras, la papaina tiene la propiedad de descomponer las proteínas y así acelerar el proceso digestivo. De allí que sean tan conocidas por sus propiedades anti-ácidas.
Con decirles que en los Estados Unidos, la papaína se está empleando con éxito como un calmante médico.
Por si fuera poco, la papaya es rica en vitaminas A, B1, B2, B3 y C, fuera de su alto contenido en Calcio. Así que… ¡Que esperan para disfrutar de la papaya!
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