Vale recordar que el sobrepeso no se debe únicamente a un mal hábito, sino al conjunto de ellos; por lo que es prácticamente imposible cambiar de golpe y empezar a hacer "todo bien" desde "el próximo Lunes" (como solemos prometerlo).
Según los expertos, la mejor manera de perder kilitos y mantenernos así, es planteando y realizando pequeñas metas. Derrumbando un hábito no saludable a la vez y luego dar paso al siguiente. Por lo que, es hora de un buen tip para bajar de peso.
Y que mejor que empezar desde el comienzo, desde el inicio de nuestro día: El desayuno.
Pues hay que admitirlo, son diversos los estudios que demuestran que el desayuno es la comida más importante del día. De hecho, en el 2003 se llegó a probar que las personas que toman desayuno son menos propensas a desarrollar males cardíacos o diabetes.
Es cierto, el desayuno es crucial para recargar nuestro cuerpo, proveerlo de energía, mantener nuestro metabolismo e incluso, mejorar nuestra concentración. Por ello, si lo saltamos, nos sentiremos faltos de energía, más hambrientos y claro, muy dispuestos a "sobre alimentarnos" en la comida que sigue.
Sin embargo, aunque suene obvia la importancia del desayuno, aún muchos lo saltan por diversos motivos; puede ser por falta de tiempo, por falta de hambre o cualquier razón intermedia. Más olvidan que la clave está en comer algo (por pequeño que sea).
Desde luego, con la meta final de llegar a comer un desayuno balanceado, incluyendo proteínas, carbohidratos y hasta fuentes grasas (todo en justa medida).
Así que ya lo saben, si tiempo es lo que apremia, lo mejor será buscar algo práctico (no siempre debe ser el típico desayuno). ¿Que tal una porción de fruta, un poco de yogurt o una tostada con queso fresco? ¡Nada mal! Es sólo cuestión de inspirarnos un poco y recordar la combinación perfecta: simple y sano.
Pues mientras más simple, será más fácil de realizar y mientras más sano, menos kilitos en nuestra suma. ¡Anímense!
Enviar un comentario nuevo